viernes, 29 de octubre de 2010

Imágenes del mundo.


Erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades; garantizar el sustento del medio ambiente; y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

¿Los reconocen? Son los 8 Objetivos del Milenio establecidos por las Naciones Unidas en 2001, con la meta de ser cumplidos en 2015.

Alto ahí, que no planeo meterme en una discusión respecto al cumplimiento de estos objetivos.

En su lugar, y siguiendo el carácter meramente cultural de este blog, les traigo el enlace a las fotografías ganadoras un concurso realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en conjunto con Fundación Olympus, el cual se llevó a cabo con la finalidad de recordarnos el tema.

Disfruten, a continuación, una serie de fotografías de lugares en los que no estamos tan acostumbrados a pensar.

Y la parte de meditar sobre los Objetivos del Milenio, es voluntaria.

Enlace: http://www.undp.org/picturethis2010/index.shtml

jueves, 28 de octubre de 2010

Para despejar (y pensar)



Encontré este enlace por ahí, y después de haber visto el cortometraje, dije: It´s a keeper!
Les dejo con Plastic Bag (subtitulado) un cortometraje que nos da un enfoque extraordinario de la '' vida'' de una bolsa de plástico.
Disfrútenlo.

Si te interesó, click aquí: http://www.miprv.com/el-viaje-de-la-bolsa-plastica-cortometraje-plastic-bag/

miércoles, 27 de octubre de 2010

Comenzamos.


Después de haber estado pensando en este humilde proyecto por largo tiempo, y haber disfrutado del significado de la palabra procrastination por demasiado tiempo, he decidido iniciar este blog que probablemente leerán unas 5 personas, pero en el cual pongo mis esperanzas de que al menos esas 5 personas disfrutarán de mi trabajo tanto como yo disfruté crearlo.

Empiezo por mencionar que en este espacio encontrarán una reseña, crítica o lo que se me ocurra redactar acerca del libro que por alguna razón me haya inspirado a escribir, y aclaro que todo será basado en la opinión de una persona cuya experiencia ha sido formada única y exclusivamente con muchos años detrás de las páginas, es decir, que de experta no tengo nada. Además, los invito a mantenerse al tanto de las demás entradas, pues mis horas surfeando por el internet me han llevado a una serie de enlaces que valen la pena compartir.

Me permito hacer mi primera entrada en el blog con un libro que, en realidad, me dejó desvelada en una temporada en la que no me debí haber permitido tal lujo, pero que, como buen best-seller, tiene esa capacidad: La sombra del viento, de Carlos Ruíz Zafón.

No había escuchado nada del libro hasta que se lo regalaron a una persona que desde que empezó a leerlo estuvo en la misma situación de desvelo que yo, y me lo recomendó desde la primera página. Después me di cuenta que dicho libro era un fenómeno mundial, y espero no por eso perder cierta credibilidad de mi capacidad crítica.

Con una narrativa que me resulta bastante familiar en varios autores de habla hispana, usando palabras que requerirán a la mayoría tener un diccionario a mano (o de plano hacerse los que sí entendieron los discursos del buen Fermín Romero de Torres, mi personaje favorito) este libro nos lleva a través de las vivencias del protagonista Daniel Sempere cuando se encuentra entrelazado en la vida del desaparecido Julián Carax, un talentoso escritor cuyas obras eran tan buenas como escasas y desconocidas.

Después de haber terminado el libro, tras haber vivido las tragedias y tormentos de los protagonistas, y de haber compartido con ellos varios momentos de adrenalina (y uno que otro susto), me quedé con la sensación de nostalgia que siempre encuentro después de haber leído ese tipo de libros de los que no te puedes despegar. Entonces, con las ganas de tener algún dato más, sin importar lo poco significativo que fuera, decidí indagar un poco respecto a la obra, y me encontré muchas críticas agresivas y comentarios negativos; de esos que suelen recibir siempre los best-sellers.

Sin embargo, no siempre los libros más aclamados por los críticos son mis favoritos, y siempre he sido de leer lo que me gusta, por lo que, aclaro desde la primera entrada, también voy a recomendar lo que me gusta.

Aquí me despido, recomendándoles La sombra del viento, e invitándolos a leerme, y comentar cuanto quieran respecto a todo lo que aquí se encuentren.